No se puede imaginar una vida sin lenguaje, según Steven Pinker es un rasgo prominente. El lenguaje está entrelazado con la experiencia humana. Una lengua común conecta a los miembros de una comunidad con una red de información compartida con unos formidables poderes colectivos, gracias a esta capacidad de comunicarse pueden dar los trabajos en equipo. En consecuencia el hombre ha originado grandes cambios en el planeta.
Hace unos treinta y cinco años empezó a nacer una nueva ciencia; La ciencia cognitiva cambia procedimientos tomados de la psicología, las ciencias de la computación, la lingüística, la filosofía y la neurología para explicar el funcionamiento de la inteligencia humana. Desde entonces la ciencia del lenguaje ha tenido grandes avances.
Steve dice que el lenguaje no es un artefacto cultural que se aprende de la misma manera que leer la hora. El lenguaje es una habilidad compleja que se desarrolla en el niño de forma espontánea, es un instinto y una adaptación biológica. La complejidad de ésta es parte de nuestro patrimonio biológico; no es algo que se enseña.
Darwin al estudiar el lenguaje, dice que la capacidad lingüística es una tendencia instintiva a adquirir un arte, un diseño que no es privativo del hombre, sino que se halla en otras especies también. William James a diferencia menciona que los humanos tenemos todos los instintos de los animales y algunos más; nuestra inteligencia es por la interacción de muchos instintos en competencia.
En este siglo la argumentación más conocida de que el lenguaje es como un instinto se debe a Naom Chomski. Ella dice que toda oración que una persona profiere o entiende es una combinación inédita de palabras que aparece por primera vez en el universo. Por lo tanto una lengua no puede ser un repertorio de respuestas, el cerebro permite construir un conjunto ilimitado de oraciones a partir de una lista infinita de palabras, a este programa se le llama gramática mental. Por otra parte dice que los niños desarrollan estas complejas gramáticas muy rápido, hasta que son capaces de dar interpretación consistente a frases con construcciones nuevas que jamás han oído antes.
Los niños tienen que estar equipados de nacimiento con un plan común a las gramáticas de todas las lenguas, una Gramática Universal, que le diga cómo destilar las pautas sintéticas del habla de sus padres.
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Referencias bibliográficas:
Pinker, Steven(1994) El instinto del lenguaje, Editorial Alianza, Madrid, España, pag. 15-24