En este artículo se habla de la importancia que tiene la buena relación entre la familia y la escuela, puesto que ambos tienen un objetivo común que es el del desarrollo global y armónico de los niños/as y por tanto debe ser una tarea compartida; de manera que se facilite el éxito de este objetivo principal.
Hoy en día las escuelas y los padres reclaman este apoyo y colaboración mutua, pero es difícil de realizar en la práctica, ya que que existen horarios contrapuestos que dificultan el tener tiempo y además no siempre los padres están dispuestos o al contrario, los docentes no siempre están abiertos a esta colaboración. Cuando se habla de la participación en la escuela no sólo se refiere a las citas de las entrevistas del tutor/a, si no a las actividades que se propongan, a participar en el Consejo Escolar y que exista una relación de confianza y ayuda entre los padres y los profesores/as.
Esta relación se convierte hoy en día en un pilar muy fuerte para la eficacia y respuestas positivas del desarrollo educativo y personal del alumnos/as. Se ha demostrado que en caso de no existir esta cooperación el niño/a tendrá muchos problemas en su evolución escolar y se producirán muchas limitaciones y por el contrario si se da esta cooperación adecuada, el alumno/a evolucionará satisfactoriamente y son muchos las ventajas de las que disfrutará el niño/a.
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Referencia bibliográfica:
Claire Forest, Francisco-Juan García Bacete. (2006). Comunicación cooperativa entre la familia y la escuela: una guía para promover la colaboración entre profesores y padres. Valencia: Nau Llibres.