La herencia es la dotación cromosómica de cada ser humano, es el material genético que se pasa de padre a hijo. Por otro lado, el ambiente es el conjunto de componentes físicos, químicos y biológicos externos con los que interactúan los seres vivos. La vida de todo ser humano recibe la influencia de la herencia y el ambiente, sin embargo, ¿cuál de estos factores es más importante? o ¿qué es lo que determina la forma en que una persona se comporta, piensa y siente? Estas preguntas y muchas más se las han hecho cientos de pensadores, por lo mismo distintos teóricos y psicólogos se han encargado de estudiar el papel que desempeña en el desarrollo la herencia y el medio ambiente. Por lo que, se han hecho distintas investigaciones acerca de la relación que tiene la herencia y el medio ambiente en el desarrollo del individuo, y en las capacidades intelectuales.
Es posible discriminar aquellos aspectos que son debidos a la influencia del medio ambiente y aquellos debidos a los genes, estudiando el grado en que se parecen los gemelos idénticos (que comparten el 100% de los genes) y de gemelos no idénticos que, como los hermanos, comparten el 50% de los genes. Si, además, podemos estudiar las diferencias en la similitud entre los gemelos criados en el mismo hogar y en diferentes hogares (criados aparte), es posible entonces estimar la proporción en que el medio ambiente y la genética contribuyen a la variación de un rasgo en una población determinada.
La heredabilidad de una determinada característica, es un parámetro estadístico que da información sobre la relación entre la varianza genética y la varianza fenotípica (los rasgos que se expresan) de una determinada población. La genética cuantitativa se ocupa del estudio de rasgos fenotípicos, es decir, de aquellos rasgos que pueden ser medidos en forma numérica. Los métodos de está permiten estimar los componentes genéticos y ambientales de la varianza a partir de la covarianza fenotípica de varios tipos de familiares que difieren o en su similitud genotípica o ambiental.
La capacidad cognitiva general puede ser medida con distintos tests como coeficiente intelectual. La proporción de la varianza del fenotipo puede ser medida con el coeficiente de correlación de Pearson, que mide el grado en que se relacionan dos variables, y oscila entre 1,0 (relación completa) y 0 (ausencia de relación). Por ejemplo, si un rasgo tiene una heredabilidad del 100%, el coeficiente de correlación entre gemelos idénticos debería ser de 1,0, ya que comparte el 100% de los genes, y entre hermanos debería ser del 0,50, ya que ellos comparten sólo el 50% de los genes. Los resultados del estudio para ver los coeficientes de correlación de capacidad cognitiva general entre familiares biológicos y adoptados fueron los siguientes: los gemelos idénticos tienen, un coeficiente de correlación muy alto, de entre 0,72 y 0,78. La correlación de valores capacidad cognitiva general entre niños adoptados (que han crecido cada uno en hogares diferentes) y sus padres biológicos es de 0,24, al igual que la correlación de 0,24 entre hermanos criados aparte, en diferentes hogares. la mitad de la varianza en puntajes de CI en la población estudiada es debida a diferencias genéticas entre individuos.
En conclusión es claro que ambos el ambiente y la herencia forman un papel muy importante en el desarrollo del individuo tanto intelectual como motriz. Éstas no se pueden separar ya que trabajan en conjunto y ambos son indispensables para el desarrollo sin embargo, algunos rasgos del desarrollo son afectados más por el ambiente que por la herencia y viceversa. Por otro lado, es importante mencionar que los genes involucrados interaccionan con el medioambiente en forma permanente; así, la heredabilidad, indica una propensión, una tendencia, un riesgo, más que una certeza, es decir, el hecho de que una característica psicológica tenga una heredabilidad alta no quiere decir que no puede ser modificada por la experiencia. Con base a todo lo anterior se puede entender cómo influye el hombre en la naturaleza y cómo influye la naturaleza en el hombre.
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Referencias bibliográficas:
- Lejarraga, H. (n.d.). Genética del Desarrollo y La Conducta. Archivos argentinos de pediatría.http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0325-00752010000400007
- Redalyc. (n.d.). Retrieved from https://www.redalyc.org/pdf/542/54247310005.pdf